Aditivos en los alimentos

En los últimos tiempos ha surgido una severa polémica o discrepancia entre cocineros acerca de la “nueva cocina” y la cocina más tradicional. El quid de la cuestión es la cantidad de aditivos que los nuevos cocineros, al estilo Ferrán Adriá, añaden a los alimentos. Alimentos que recrean texturas imposibles, sabores sorprendentes, en algunos casos alimentando una sofisticación en forma de cocina molecularmuy de freak show”. El otro polo, encabezado por el también cocinero Santi Santamaría, sostiene que esa cocina es falsa y, además, que la adición de aditivos no controlada genera riesgos para el ciudadano.

Ambos argumentos: la creatividad, la cumbre de la cocina a la vateliana, que el comensal desconozca algunos ingredientes o complicar lo sencillo los entiendo; pero, a pesar de haber leído, oído y visto bastante al respecto no tengo una opinión formada, puede que las nueva cocina sea una experiencia metabólica y artística y que lo segundo, la cocina más sencilla y tradicional sea más saludable. El último resumen puede que sea que estamos comparando cosas diferentes, pero lo que subyace es la cada vez mayor manipulación de los alimentos.

Poco a poco y pulgada a pulgada aumentan los aditivos en los alimentos, también y en el hueco legal los alimentos modificados aparecen sin nuestro conocimiento y, de esta manera ya es casi imposible encontrarse fórmulas en las que no haya alimentos no enriquecidos.

Todo para crear alimentos más ricos, más caros, más interesantes, más singulares, que duren más. Es de suponer que los efectos de esos aditivos, no tóxicos, son verificados y pasan pruebas internacionales donde se comprueba con solidez, pero lo que es cierto es que poco a poco y cada vez ingerimos más de estos compuestos, más concentrados, en más alimentos. ¿Se estudia también esta magnificación y concentración en la dieta?
27 millones de niños y 250 de adultos europeos tienen problemas de sobrepeso”. Vía El Mundo.
Los tomates que cada vez saben menos, son “fabricados” en tiempo record, el pollo, la ternera cada vez tienen un sabor menor y, a veces, diferente. Cualquier alimento tiene más conservantes, espesantes, saborizantes, etc. Solo recordar la famosa película “Super size me “ de Morgan Spurlock me alarma: si una persona comiendo todos los días un producto salubre, hamburguesas, ha de cambiar el hábito de manera taxativa en menos de un mes debe por el riesgo a la salud, ¿Cuales son los riesgos de esta sobresaturación de aditivos: conservantes, espesantes, etc que llenan una dieta ya de por si poco saludable?
El Parlamento Europeo pide limitar la publicidad de alimentos poco sanos en horario infantil”. Vïa El periódico.
Una vez pasada la polémica entre divas de la cocina y con este fondo de escenario de depauperación de la calidad y manipulación de los alimentos la pregunta que se presenta es: ¿Hasta donde llegará la industria para favorecer un mercado que no busca lo más sano sino lo más bonito, cómodo, sorprendente, interesante?.
Comida y venenos en Recuerdos del día de mañana.



Imagen: Rgs
Imagen: arecetas.com

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