"La Tapa" en Andalucía (España)
Cuentan algunos historiadores, de las cosas del comer, que el
origen de la tapa se sitúa en la provincia de Cádiz y concretamente en
el camino que lleva a San Fernando, donde se encuentra la venta del
Gato, que es el lugar en que el Rey Fernando VII solía parar a
reponer fuerzas, o expresado en términos gastronómicos, restaurar el
estómago con alimentos.
Pues bien, el Rey pedía que le sirvieran vino de
la tierra, y para evitar que el polvo penetrase en el vaso del buen
caldo, solicitaban que lo "tapasen" con una rodaja de lomo o con una
loncha de jamón serrano, de ahí el nombre de tapa.
Hay otras historias,
quizas con menos antigüedad o rigor, pero todas coinciden con la acción
de tapar la copa o el vaso. Ello ha dado origen a una de las costumbres
gastronómicas más ricas e ingeniosas de nuestra tierra.
Pregunte en los
establecimientos recomendados "qué tienen de tapa", quedarán asombrados
de la cantidad, calidad, forma de servirla y en muchas
ocasiones de sus nombres.
Cádiz, la mezcla en sus tapas de influencias Árabe, Fenicia y Romana, enriquecen la gastronomía gaditana.
La cocina gaditana se caracteriza por productos de gran calidad como lo
son sus pescados y mariscos, la costa atlántica deja a Cádiz una gran
abundancia de estos.
Son típicos el pescaíto frito, el cazón, atún, rape, urta, corvina, y
la omnipresente sardina, son algunos pescados que pueden degustarse en
la provincia, aparte de marisco fresco y muy variado.
Todos ellos dan lugar a una amplia gama de guisos marineros como el
caldillo de perro, pescado a la teja, la urta a la roteña, el cazón en
adobo, la tortilla de camarones o las ortiguillas.
Sevilla es el paraíso de las tapas, éstas permite probar, en una sola comida, gran variedad de platos.
En
la provincia Sevillana, destacan las ensaladas, las huevas, los
bienmesabe, las cazuelitas de guisos, las pavías de pescado.
Hay que mencionar también los
excelentes embutidos y las fresquísimas gambas.
Las frituras de
pescaíto, que pueden degustarse en todas las tabernas de la capital
donde también se sirven calamares, y el excelente jamón ibérico.
Málaga posee una gastronomía completa y variada
La gastronomía malagueña basa los principios de su cocina en tres
componentes, la uva moscatel, el gazpacho y los pescados. Los espetones
de sardinas (asadas en caña), el arroz a la marinera, la sopa de rape,
el atún mechado a la malagueña, habas a la rondeña, el menudo de
ternera, espárragos amargueros, la cazuela de fideos a la malagueña,
patatas en ajopoleo y un largo etcétera.
Almejas, coquinas, conchas finas, gambas cocidas, gambas a la
plancha, y diferentes moluscos guisados en salsa de perejil, ajo y vino
blanco. Destacar los conocidos boquerones victorianos, calamares, júreles,
pulpo y salmonetes, son otros productos de mar, que deben saborearse.
Granada, si hay algo que destacar de la gastronomía granadina es el tapeo
Tapas
como los caracoles guisados, pescados rebozados y embutidos variados
dentro de los cuales resaltar el jamón de Trevélez, curado al aire de la
sierra, el lomo, morcilla, chorizo, etc., que se pueden tomar con
huevos fritos o patatas a lo pobre, en una unión que se conoce como
plato Alpujarreño.
También algunos quesos como el de cabra excelente y muy
sabroso.
Almería, una gastronomía sencilla y variada
Por el paladar, Almería enamora. Su gastronomía destaca por la gran
variedad tanto de establecimientos como de manjares que podemos
encontrar en ellos, donde el tapeo es casi un rito a
disfrutar en sus calles y plazas, formando parte de la cocina
tradicional que se puede encontrar en cada esquina.
Son célebres los gurullos, típicos en muchos lugares del interior de la
provincia, a base de harina, pimiento, tomate, garbanzos, entre otros
ingredientes, y liebre o conejo, que guarda cierta similitud con el
‘cus-cus’. También famosa la pipirrana, o el trigo pelao.
Huelva, de su gastronomía destacar el pescado y marisco de gran calidad, y sus embutidos
Los
langostinos son capturados al pie de la desembocadura de los ríos, la
gamba blanca de la costa es inconfundible por el color sonrosado de su
lomo al cocerse, dos estrellas a las que se unen langostas, cigalas y
coquinas, otros productos del mar.
Las chacinas de Ibérico, como la caña de lomo, el morcón, los chorizos y
las muy características morcillas, imprescndibles, son excelentes. El cerdo ibérico puro, alimentado en la dehesa
únicamente con bellota, da lugar a los mejores embutidos del mundo.
Córdoba, su cocina está basada en los productos del campo
Entre sus platos típicos destacar sopas frías como el salmorejo o gazpacho.
También hay que resaltar su charcutería como los jamones de cerdo
ibérico del Valle de los Pedroches, la caña de lomo, el salchichón de
Pozo Blanco y las morcillas de Fuente Ovejuna e Hinojosa.
Jaén, de su gastronomía hay que destacar el aceite de oliva
Esta
provincia es la mayor productora de aceite de oliva de España. Entre
sus platos típicos destacar los de cuchara, entre los que destacan los
andrajos, las gachas o las migas, tanto de pan como de harina.
Presentes en muchos platos las verduras y hortalizas. Gazpachos y
pipirranas elaborados con el tomate, cebolla, pepino, pan y en algunos
casos hasta manzanas.